Las mejores experiencias de nuestras vidas.

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He vivido las mejores experiencias en los colegios de práctica. Aún recuerdo mi primera docencia directa, lo nerviosa que me sentía, pero lo feliz que fui cuando di mi primera clase, recuerdo la cara de felicidad de mis estudiantes cuando les llevaba las estrategias didácticas (Las maestras no lo implementaban), y lo mucho que aprendieron con ellas. Me siento feliz con todo lo que he logrado a lo largo de estas experiencias y lo mucho que he madurado y he crecido como persona.

 

Saray Santiago.


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Las experiencias que he vivido a lo largo de mi formación son muchas, pero la que me ha marcado fue mi primera práctica en el INEM SIMON BOLIVAR, ya que me encontré con situaciones en las que, no se cuenta con recursos para trabajar y es ahí donde aprendí que por la pasión y amor que le tengo a la docencia fui capaz de encontrar soluciones rápidas y eficaces. En situaciones así es donde se coloca a prueba la creatividad e imaginación que tiene el maestro para brindarle a sus estudiantes los mejores momentos y aprendizajes.

 

Lina Tovar.


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A lo largo de mi formación como maestra he vivido las mejores experiencias de mi vida en las escuelas de práctica, recuerdo mi primera docencia directa la que marcó mi vida de la manera más significativa, en la que sentía tanto miedo y al mismo tiempo estaba tan feliz por conocer a primeros estudiantes, además que tuve la fortuna de conocer a un ser maravilloso una de mis estudiantes, que hizo que mi formación como maestra se fortaleciera. hoy en día me siento muy feliz y orgullosa de lo que he logrado y seguiré haciendo, para transformar vidas y hacer de mis estudiantes mejores ciudadanos.

 

Andrea De la Rosa. 


Y esto no termina aquí...

Las ultimas practicas que realizamos durante nuestra formación como docentes fueron en la I.E.D El Parque Sede Jose Marti en el grado preescolar, fue una de las experiencias más bonitas que tuvimos a lo largo del proceso, porque nos dimos cuenta que los niños son el motor que nos impulsa para realizar un excelente trabajo en efecto, nosotras  éramos  para ellos, amigas en la cual podían  confiar  plenamente,  son ellos la razón de ser y hacerlos felices en todo momento, ya que siempre manteniamos una sonrisa la cual los ayudaba a aprender con más ganas. 

La satisfacción principal de nuestra profesión radica en acompañar, brindarles a los niños una educación de calidad, en verlos crecer y aprender día a día, sabiendo que se ha contribuido a formarlos como personas de bien. Como maestras velamos por los intereses y necesidades de los estudiantes, haciéndolos parte de nuestra vida cotidiana. 

Esta última práctica sin duda se convirtió en la más significativa, puesto que fue la que nos impulsó a cumplir nuestros sueños de la mejor manera. Hoy en día dedicamos nuestra vida a educar con el corazón a los niños de un nuevo futuro.

 

Andrea De La Rosa, Saray Santiago y Lina Tovar.